Solo el amor que siente Diego Milito por Racing puede explicar que el delantero haya decidido regresar de Europa al club de Avellaneda cuando todavía tenía cuerda en el carretel para continuar mostrando su talento y capacidad goleadora en las ligas más taquilleras del planeta tras su exitoso paso por el Inter de Italia. Milito, de 35 años y surgido como futbolista en La Academia, regresó al Cilindro hace apenas unas semanas, con el único e indeleble objetivo de ser campeón y lo logró: como símbolo y abanderado del Racing que lideró Diego Cocca rumbo al título, el atacante tocó aquí “el cielo con las manos”.
Al delantero le sobró categoría en su retorno al campeonato doméstico para marcar diferencias en el campo cuando consiguió ponerse a punto y al cabo de 19 fechas, se dio el gusto de su vida: ganar el Torneo Transición 2014 y permitir que el pueblo académico vuelva a disfrutar de una vuelta olímpica después de 13 años, luego de aquel Apertura 2001 con Reinaldo “Mostaza” Merlo como DT y el propio Milito como ariete ofensivo. Misión cumplida para este delantero que supo levantar el máximo trofeo europeo con el Inter de Milán en 2010, al ganar la Liga de Campeones, y semanas más tarde la Copa Mundial de Clubes con el conjunto italiano también, pero que sabe que este halago con Racing... tiene un sabor especial.
Es como “tocar el cielo con las manos”, reconoció el atacante, minutos antes de celebrar en el campo de juego del Cilindro su segundo título con el conjunto “académico”. “No lo puedo creer. Esto es especial, porque amo a este club. Esa la coronación de un sueño y hay que sacarse el sombrero por este grupo”, enfatizó el hermano del exdefensor Gabriel Milito, ídolo también en Avellaneda, pero en la vereda de enfrente, en Independiente. “Esto es mérito de todos, del cuerpo técnico y de todos estos jugadores y es merecidísimo”, expresó Milito, autor de seis goles en este certamen, uno de tiro penal. . “No puedo pedirle más a Dios”. .
El delantero remarcó que el plantel dirigido por Cocca mostró “un hambre de gloria increíble” en el segundo semestre del año y pese a los momentos de inestabilidad deportiva y emocionar por los que transitó en el torneo, logró enderezar el rumbo y alzarse con el premio mayor. Insistió en que todos saben lo “especial” que es este halago para él, porque “todos saben el amor” que siente por el club y manifestó: “Volví para esto, que es un sueño”. “No puedo pedirle más a Dios. Por suerte, pude contribuir para esto. Le agradezco a toda la gente de Racing, a la cantidad de gente que vino, hoy realmente necesitábamos dos o tres Cilindros porque uno solo quedó chico”, dijo, en declaraciones a la prensa.
“Racing es mi vida, es el club donde nací, crecí y es el club que me dio la posibilidad de hacer mi carrera. Realmente, esto es un sueño para mí”, completó el “Príncipe”, que rechazó ofertas de Europa para regresar a casa y ser enteramente feliz. Minutos más tarde, Milito remarcó durante los festejos por el título obtenido: “Cuando volví, soñaba con esto y hoy puedo decir que somos campeones de vuelta”.
“No tengo palabras, estoy muy emocionado en este momento y quiero agradecerle a mucha gente, en especial a mi familia, que me apoyó en el momento de volver, a mis hijos, a (el presidente del club) Víctor Blanco y a toda la Comisión Directiva, a mis compañeros, un grupo extraordinario de chicos”, señaló, micrófono en mano desde el podio de los campeones. Milito también recordó al personal de la entidad que “trabaja día a día” y que, al igual que plantel de jugadores, puso “todo para lograr esto tan lindo”. “Por último, quiero agradecer a todos ustedes, a la gente que hace que Racing sea cada día más grande (...) Vamos a festejar que somos campeones de vuelta, ¡carajo!”, subrayó finalmente el ahora “rey” Diego Milito.