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Daños colaterales

Daños colaterales 28.12.2015 |

Ningún gobierno, en sus comienzos, puede desentenderse de la herencia recibida, de lo bueno y lo malo que le deja la administración anterior. Por supuesto, cuanto peor es la herencia, más complicado será, para el nuevo Presidente, corregir la situación. La herencia recibida por Mauricio Macri por parte del kirchnerismo es de lo peor, y supera ampliamente lo que muchos imaginábamos.

Dos claros ejemplos de ello son, en primer lugar, la catastrófica situación financiera en la que se encuentran todas las provincias, en especial la gobernada por Daniel Scioli, el mismo que prometía construir sobre lo ya construido en su campaña presidencial, quien dejó a la provincia de Buenos Aires quebrada. 

María Eugenia Vidal recibe una provincia en bancarrota, con una deuda que todavía no se conoce a ciencia cierta, pero se sabe que ronda los 50 mil millones de pesos. El otro punto sobresaliente es la cantidad de personas que  llegaron a la administración  pública durante el final del ciclo kirchnerista. En los poco más de dos meses que separaron las PASO del ballottage, la administración saliente no sólo incorporó y extendió los contratos de 2500 empleados públicos, sino que además se crearon puestos curiosísimos para justificar nombramientos realmente inútiles.

Por ejemplo, el de “Coordinador de los Talleres de Reflexión Sobre el Pasado Reciente”, o el del activista defensor de los derechos de las minorías sexuales, Alex Freire, que figura como empleado de la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) con un cargo de “visulaizador”. 

Dejando esto de lado, y ya que estamos hablando de la AFSCA, una mención especial merece el papelón que protagonizó Martín Sabbatella con su resistencia tras conocerse la decisión por parte del gobierno de intervenir dicha entidad.

Esa actitud no es más que una clara demostración de lo que es el criterio kirchnerista; seguir manteniendo las esperanzas para no perder el protagonismo y sostener, de la manera que sea, el proyecto de volver al poder. Siguiendo con la serie de conflictos heredados, tenemos la lamentable situación de los empleados de la firma “Cresta Roja”. 

Un conflicto que el mismo ex candidato a Gobernador por la provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández no pudo solucionar, y no terminó en desastre gracias a la intervención del Ministerio de Trabajo. Pero, aquí también encontramos un “pequeño gran detalle”, y es que dentro de los manifestantes se encontraban infiltrados para generar caos.

Una vieja metodología de la izquierda argentina adoptada por el kirchnerismo. Todo sea por perjudicar al nuevo gobierno, como sea. Es más que evidente que el kirchnerismo le ha declarado la guerra a Macri, y no tienen ninguna intención de ocultarlo. Otro claro ejemplo fueron las declaraciones del ex Ministro de Economía, quien dijo en un acto público que las medidas económicas de Macri son “crímenes”.

Ser oposición no significa oponerse a todo, sea lo que sea, sin embargo esa es la actitud; es la clara representación de la impotencia de los inoperantes. Tratar de impedir no solo la solución de problemas, sino que además, esos conflictos que hoy tiene que reparar la nueva administración fueron creados, precisamente, por la propia ineptitud de quienes dejaron el poder hace pocos días.

El daño que generó el kirchnerismo, ya sea en lo político, como en lo económico y, principalmente en lo social, no se terminó con su partida. Fue tanto, que todavía sigue existiendo, y no conformes con ello siguen generando daños colaterales. 

Por Pablo Dócimo

 

 

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